martes, 26 de noviembre de 2019

MANIFIESTO DE CRISTINA Y VÍDEO-RESUMEN DEL 25 N 2019


MANIFIESTO DE CRISTINA GARCÍA PARA EL 25 N

Alumna de 4º del IES RÍO DE LOS GRANADOS

Somos un número en el artículo de algún periódico. Somos 4 minutos en el telediario de las 3.
Somos una estadística que va aumentando cuando ni siquiera debería existir.
51 mujeres en 47 semanas. Haced cálculos. Una a la semana como mínimo. Una mujer muere
pero hay más víctimas. Toda acción tiene sus daños colaterales. Y esta sociedad está llena de
daños colaterales. Porque todos los años hay víctimas de la violencia de género. Y ni siquiera
nos damos cuenta de lo que esto conlleva porque lo hemos normalizado. Sus nombres son un
borrón en la historia. Solo en actos de este tipo reviven para que luego se vuelvan a olvidar. 
Voy a ser honesta: yo también olvidaré los 51 nombres. Son demasiados para recordarlos
todos. Encima hay sumarle los nombres del año pasado y del otro y del otro. Y los del año que
viene y del otro y del otro.
Me gusta creer que las personas somos como pájaros. Seres libres e inocentes que se
resguardan del frío echándose un ala por encima. Pero hay muchos tipos de pájaros. Los más
peligrosos para los demás son las águilas. Aves depredadoras con garras poderosas y picos
puntiagudos para desgarrar la carne. Tienen una vista aguda que puede ver a una presa desde
2 km. Y van a coger a esa presa indefensa que solo quiere vivir, que solo quiere ser feliz. El
pequeño pájaro intenta huir pero sabe que no puede salvarse. Y se acuerda del nido que tiene
en un árbol. Y se acuerda de que en el nido están sus crías. Y ya deja de acordarse porque está
muerto. El pájaro es una mujer víctima de la violencia de género y el águila es su novio o su
marido o su expareja. No importa la edad. No importa la nacionalidad. No importa el lugar
porque águilas hay en todos sitios y solo las reconoces cuando es demasiado tarde.
¿Cuántas veces hemos escuchado decir a alguien “Yo le daba un guantazo antes”? Yo he
escuchado esas palabras mil veces y las escucharé mil veces más. Dejar al hombre que amas no
es fácil pero sabes que es lo correcto. Dejar al hombre que amenaza con matar a tus hijos no
es fácil. Y cuando por fin lo logras, el final es el mismo, eres asesinada.
Yo soy la madre que se queda sin hija. Yo soy la hija que se queda huérfana. Yo soy la vecina
que ve la puerta de al lado con una cinta policial. Hoy soy ellas pero en un futuro ellas pueden
ser yo.
Nos quiero vivas y fuertes. Nos quiero sin miedo y unidas. Esto se va a acabar en un futuro que
espero no muy lejano.



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